En Chile existe una tradición
salir a buscar al Viejito Pascuero por las calles una vez la cena concluyó
Y sucedió
embutir a los niños con ropa (prestada)
por el frío-qué-frío-recórcholis!
disfrutando así de Valentina y Martín
en la Municipalidad de Providencia
sus luces de colores, el pesebre, el árbol, los centenares de otros niños con perros y cámaras y deseos a punto de ser cumplidos....
La tradición dice que al volver a casa el Viejito Pascuero ya llegó y dejó los regalos a los niños.
Para Nikita, en cambio, llegar a casa supuso decorar a su gusto la mesita
(sin olvidarse del vaso de leche, de las galletas de arroz y sólo 2 caramelos mamá, que se acaban)
Y así quedó
4 patas repletas
de cromos-princesa
con una luz mágica indicando el lugar
todo encima de una tela africana
(esa es de mamá)
Y al despertar eLLa, aún en la cama, sin moverse, inquieta y nerviosa, preguntó:
- ¿me trajo Papa Nöel los regalos, mamá?
- ven a verlo tú misma, mi amor
Y en el salón (justo en el lugar indicado) se oyó:
- Hummmmm.....
Ese fue su grito nervioso nacido en la guatita y expulsado con pausa
un Hummmm que me llena de ternura
que estrangula sus nervios
y consolida su creer en eLLa, en Santa, en la magia.
Del año pasado a este hay grandes cambios
los regalos que eLLa pidió llegaron
a este lado del Océano Atlántico
con Santa Claus manifestándose, haciendo de este día, uno de los mejores del 2012.
Disfruta Sirenita, la magia está servida.
