llegaron de Japón (2 días antes del Tsunami) de la mano de mi amigo Javi, al cual conocí hará 8 años, en Dinamarca (se sentó en mi salón y volvimos atrás, recuerdos de patines de hielo, de árboles de navidad, de frío y sueños, a su lado).
la barbie, en cambio, la adoptamos apenas hará unos días, permanecía inmovil en un cesto de mimbre, callejuela del rastro de madrid, N fue directa a eLLa, para sacarla el moño y zarandearla. No hubo quejas. Mamá pagó a la gitana, la gitana sonrió a mamá. Barbie fue nuestra. Mire usted.