duró 3 minutos.
el dolor de la pérdida.
en tan solo un segundo desapareció. Nikita ya no estaba.
balancear mis pies sin saber que rumbo tomar (dónde estas, donde estas)
estirar cada músculo de mi cuerpo intentando ser más alta (si, mas alta, más alta por dios) para lograr encontrar su capucha roja (que no te hayas quitado la capucha, que no te hayas quitado la capucha)
llamarla por su nombre y no obtener respuesta
entonces sí, gritar y correr y buscar y enfocar la mirada y no encontrar a mi pequeña.
duró 1 segundo
(lo que duró sentir mis piernas temblar, caer rendidas al suelo, entre luces y un sosegado alivio), al verla allí sentada, en el escalón de la tienda de caramelos de la plaza, aburrida (sin miedo).
vino a mí
yo no pude levantar mi cuerpo del suelo
mis ojos en los suyos, los suyos en los míos. Sonrió y dijo: ¨llegas tarde, te he ganado¨
de cómo metí mi cabeza en su plumífero azul, buscando su olor, su consuelo, no voy a hablar.
buscó mi barbilla, la levantó con sus dedos y dijo: ¨¿(es)tas bien mamá?¨
no supe qué hacer, ni qué contestar, la tome en brazos y salimos de allí, buscando un poco de aire con el que respirar...
