::: mis pasos y los de eLLa :::

la pequeña N se suele despertar en 3 pasos (bien definidos):

1. chupetete IN

2. chupetete OUT (ahí es cuando dice: ¡¡¡¡mamá piiiissss!!!!)

3. SALTO! (... y sale corriendo al WC, ipso facto, al borde de un ataque talibán anti-pijama, el cual estira y este se doblega, pues ella no sabe, pues ella no entiende, que el susodicho se quita por la línea del culete)

para cruzar la calle, la que escribe (que soy yo) sigue las reglas impuestas por una sociedad paralela a las madres solas, pues la retahíla semáforo es:

1. cuando esta en rojo, nos paramos

2. cuando esta en verde, cruzamos

y......... 3 le damos la mano a mamá (recalco) y a papá (dice ella)

(....)

ahí es cuando llegan mis 3 pasos (bien definidos)

1. papá (oigo una voz lejana)

2. ¿papá? (empieza el proceso neuronal)

3. ooohhh! sí.... p-a-p-á (logro entender su significado)

comienza la cacería. busco entre la ciudad inhóspita algún muchacho con creencias tóxicas (me mirará con cara de ¨pobre mujer, también es merecedora de cariño¨) y le pido estire el dedo índice de su mano pues mi hija desea colgarse en el para cruzar la calle.

Le explico que una vez pasado el semáforo su tarea de padre postizo termina y que no es contagioso. Acepta. Cruzamos la calle. N sonríe satisfecha. Mi palidez termina. Le devuelvo la sonrisa, e intuyo (no, no lo intuyo, lo sé) que sea lo que sea que ande por su cabeza esta salvado, y así, yo con ella ... porque de su salvación, una vez más, depende la mía.